Recordar las gestas de 1917 sirve para valorar nuestra historia y reconocer que desde entonces nuestro país ha podido liberar energía creadora de instituciones nacionalistas e impulsoras de gran desarrollo social. Aun así, el México de hoy requiere de más inventiva para avanzar en la historia y no repetir los errores del pasado. Necesita instituciones que ayuden a resolver los grandes rezagos sociales y libres de confrontaciones irracionales.
A 105 años de la promulgación de La Constitución de 1917, aún existen diversos entrampamientos en materia política donde se discute, se cuestiona y se dan recetas para lograr un mejor país, pero lamentablemente todo queda en buenas intenciones. Se hacen homenajes a los constituyentes y se termina cuestionando las formas de ejercer el poder.
Muchos ciudadanos consideran que el compromiso de transparencia, regulación y robustecimiento de las instituciones públicas; así como de los procesos de democracia representativa y de enriquecimiento de los mecanismos de dialogo se han tardado en llegar. Otros se van por la libre y siguen al líder sin que les preocupe en qué forma terminará el sexenio, y el resto ahí está “como la puerta de Alcalá” viendo pasar el tiempo.
La Constitución política actual difiere, en muchos aspectos, a la de 1917, toda vez que han entrado en vigor distintas reformas y se han modificado artículos buscando garantizar la inclusión, la igualdad de género, la libertad de expresión, el respeto a los derechos humanos, la democracia, etc. Cambios sociales, económicos y políticos que requieren ser practicados por la clase gobernante y por muchos de nosotros. En los ámbitos del desarrollo social y económico se han concentrado los dogmatismos más polarizados sobre el destino de la nación. Se dice que los pobres son carne de cañón y los programas sociales son utilizados como lubricante para poner en acción estructuras electorales encaminadas a la sucesión presidencial del 2024. La economía es encausada por quien tiene el mando presidencial, a pesar de no ser especialista en la materia, y eso genera inquietud en el sector empresarial.
En los Estados son colocados “gerentes” o incondicionales como candidatos a gobernar, cuya misión es seguir las reglas que marca el huésped de palacio nacional, transmitidas vía Secretario de Gobernación. Gobernadores que no han podido escapar del centralismo federal condenados inexorablemente a cuidar y defender el proyecto de la 4T. De otra forma son exhibidos y tratados como parte de “la mafia del poder” que gobernó en el pasado. Y aquellos que se comporten como lacayos del poder transformador, al término de sus responsabilidades quizá puedan disfrutar de un consulado o una embajada como premio a su sumisión. México es una nación viable en todos los sentidos; es una nación con historia, cultura y solidez institucional a pesar de sus fallas, con principios, voluntad de cambio y con un pueblo claramente comprometido con su nacionalismo. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, sus gobernantes han fallado, provocando desánimo en la ciudadanía que aun así continua a la espera de un mejor mañana.
A nivel municipal las cosas no pintan mejor. Algunos municipios son controlados por el crimen organizado, otros se convierten en el reino de personajes que llegan sedientos de poder político y económico; también hay quienes dicen ser amigos del presidente y por ello quieren hacer lo que les viene en gana; otros llegaron al cargo por el simple hecho de ser del partido en el poder (MORENA) pero carecen de vocación y capacidad. Todo esto nos hace pensar que el Pacto Federal está lleno de buenas intenciones, que la separación de poderes solo se contempla en la constitución y que la autonomía de los Estados y Municipios sigue siendo un sueño. Con esta conciencia histórica y otras más, debemos entender que estamos obligados a mejorar como sociedad, pero también a exigir mejores gobiernos. Los invito a que nos acompañen los días lunes, miércoles y viernes de 7.00 a 7.30 PM en nuestra mesa de análisis “CONTRASTES” donde el valor de la opinión cuenta. Los esperamos a través de novaradio.mx o en el 97.7 FM.